El último compilatorio de Dissident Music: «Path of Devastation», es uno de esos ejemplos que demuestran que esto de la música tiene que ser, necesariamente, una carrera de fondo, donde las cosas suceden en orden, con tiempo de por medio, apelando a la paciencia y al aprendizaje. En un mundo obsesionado por la novedad y el estímulo rápido, muchas veces se tiende a olvidar que los artistas de verdad tardan años en encontrar su verdadera voz y en alcanzar una jugosa madurez.
Cada artista que participa en este compilatorio apuesta en esa dirección, a desmenuzar las composiciones originales, reconstruirla y darle nuevos significados. El resultado es una combinación estimulante, tan contundente como exótica. Este trabajo apunta a un sonido futurista, que no pierde la elegancia por el camino. Lo habitual es quedarse atrapado, perdido en su misterio, en su inmensidad, y que cierra este V/A sobrado de contexto e historia, de evocación y de presente, avisando además de que en las próximas referencias no se puede rebajar el nivel. Sólo se permite subirlo.
Digamos que este «Path of Devastation» es un himno instantáneo, crea el entorno adecuado de máxima atención a la primera, se instala en la memoria nada más sonar por primera vez, y para esos DJs que buscan crear un instante de “perderse dentro del sonido” será un arma fundamental. El único problema, en todo caso, sería el desgaste por exceso de uso. Este V/A es puro veneno para el espíritu.
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